
Restauración de daños provocados por el agua
EL DESAFÍO
Tras una inundación, es crucial reparar los daños y la intrusión del agua para evitar problemas como el moho y el óxido y que el propietario de la vivienda o el negocio pueda reanudar su vida y su actividad.
Los profesionales de la restauración determinarán de manera rápida, eficaz y precisa el grado de los daños provocados por el agua. Esto incluye documentar el grado de los daños provocados por el agua para el propietario y la compañía de seguros, determinar el coste de la restauración, extraer el agua que quede, sustituir los materiales afectados, secar las áreas afectadas y demostrar que no queda humedad tras el servicio.
La inspección visual por sí sola puede pasar por alto agua que haya absorbido el contrachapado o que se haya quedado oculta bajo el suelo. La representación mediante imágenes visuales no siempre ofrece información exhaustiva, de modo que el informe de reparación puede no ser correcto. Un medidor de humedad estándar puede confirmar que algo está húmedo, pero encontrar la humedad es un proceso que requiere explorar con mayor detenimiento. La documentación de las lecturas del medidor de humedad en una zona extensa requiere mucho tiempo y no ofrece una imagen completa de los daños.
SOLUCIÓN DESTACADA
Afortunadamente, los profesionales pueden contar con el FLIR MR176, medidor de humedad termográfico con IGM™. Se trata de una herramienta todo en uno, un medidor de humedad que está equipado con una cámara térmica. La cámara es una herramienta muy útil para inspeccionar una zona amplia de manera rápida y no invasiva que permite determinar la probabilidad de que haya niveles altos de humedad en la zona dañada por el agua. La humedad, al evaporarse, enfría la superficie de los materiales y eso hace que los daños se vean como una zona más oscura (más fría) en la imagen. Si la cámara detecta la posible presencia de humedad, esta puede verificarse después a través de mediciones de humedad intrusiva o no intrusiva. A continuación, el MR176 puede verificar si los niveles de humedad han vuelto a la normalidad, lo que querrá decir que ya no queda humedad.
El profesional de la restauración puede documentar lecturas e imágenes para generar un informe veraz de sus conclusiones para el propietario y la compañía de seguros. Este informe tranquilizará al propietario, que sabrá que los daños se repararán por completo.
EL RESULTADO
Los profesionales de la restauración podrán determinar de manera rápida y precisa el grado de los daños provocados por el agua, crear un informe preciso sobre la reparación y el coste para la aseguradora y reparar y reemplazar o secar toda la zona afectada. Tras la restauración, podrán probar con total seguridad que se ha completado el trabajo con imágenes térmicas, lecturas del medidor de humedad y lecturas de humedad relativa. Esto puede traducirse en una reducción de costes para la aseguradora, que solo tendrá que reemplazar lo que haya resultado dañado y reducirá los gastos generales relacionados con la reubicación del propietario durante las reparaciones. Todo contribuirá a aumentar la credibilidad ante la aseguradora de cara a posibles trabajos en el futuro.
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